El PNV y el PSE apuestan, en el acuerdo en el que se basará su coalición en el Gobierno vasco, por promover una reforma de la Constitucional.
- «para mejorar y garantizar el autogobierno que demanda la sociedad vasca».
- «El modelo autonómico vigente en el Estado español precisa de una reformulación que ponga en valor el autogobierno vasco y sus singularidades históricas, jurídico-institucionales y culturales propias»,
- «reconocimiento de Euskadi como nación» y del «derecho a decidir»,
- «definición del modelo institucional del país» en referencia a eventuales cambios en la Ley de Territorios Históricos.
- «al margen del propósito común de ampliar el horizonte» del nuevo estatus
- «de ir conformando en Euskadi un espacio social propio y diferenciado, resulta urgente e inaplazable arbitrar mecanismos institucionales más eficaces» para la defensa del autogobierno. Es decir, fórmulas legales para blindarlo».
- «Constatamos con preocupación la existencia en el Estado de un fuerte impulso recentralizador que desconoce la voluntad política territorial e ignora su pluralidad y diversidad»
- «a culminar sin más demora el proceso transferencial, incluso aunque simultáneamente propugnemos la actualización del autogobierno vigente».
Euskadi nación
El reconocimiento de Euskadi como nación figura en primer lugar en una batería de propuestas entre lasque estan arriba descritas, para que sean sometidos al estudio y el debate de la ponencia de autogobierno.La ponencia de paz con la exigencia de mantener el llamado «suelo ético», un acuerdo de mínimos con una visión crítica del terrorismo que apuntala los pilares básicos sobre los que debe descansar el proceso de normalización. En ese proceso, añaden, deben abordarse «tres cuestiones pendientes: el desarme y la disolución definitiva de ETA, la política penitenciaria –exigen el traslado de los presos a cárceles próximas a su entorno familiar– y la memoria crítica sobre el pasado.