Églogas del Papa II |
Les invito a reflexionar un ratito con un nuevo revoltijo a la conciencia, que nos hace Su Santidad.
“Le pregunté a una mujer anciana ¿Sus hijos vienen a visitarla? Si, siempre vienen. ¿Cuando vinieron la última vez? La anciana dijo: En Navidad. Y estábamos en Agosto. Ocho meses abandonada. ¡Esto es pecado mortal!
Ahora, estamos en Navidad. Probablemente la anciana esté con la enorme esperanza de volver a ver a todos los suyos en la mesa. Pero, cuanto hace que no vemos a los nuestros, sin prisa, con tiempo para saber en verdad su situación. La de verdad. No la que los padres nos muestran. Cierto es que poner el freno de mano, para poder compartir ese tiempo, a su ritmo, sin prisas, valorando cosas que ya no apreciamos, ensimismados y dominados por la vorágine de la vida. Cuesta, vaya si cuesta. Pero son ellos, los que nos dieron todo. ¿Acaso no merecen algo más de lo que les damos?
"Debemos evitar la comodidad y el estar encerrados en nosotros mismos. Quiero lío” Papa Francisco