jueves, 6 de abril de 2017

"Las batallas del abuelo" La primera vez.

"Las batallas del abuelo"  La primera vez.


Acababa de entrar la primavera. Como muy bien nos recuerda en refranero popular “en abril, aguas mil”, y no podía ser de otra manera. Jarreaba a cántaros. 



Estábamos de reunidos con Lín debajo del hórreo. El runrún del agua al caer alrededor del hórreo, componía una sinfonía de sutiles notas musicales, solo rotas por las rachas de viento, que producían los desacordes de la hermosa armonía. 



 in, como era su costumbre, nos propuso un tema, de los que nos daba quebraderos de cabeza. A unos por vergüenza. a otros por una inconsistente formación, a veces inexistente, y a las niñas, pues a las niñas, por todo. Su condición femenina, su importancia y supremacía en las relaciones personales, y su lógica timidez propia de la edad, las hacía tener más reservas aún,  que a los chavales.

«Hoy vamos a hablar, de un tema..., un tema que necesita que vosotros participéis mucho. Mucho, y con poco “barullu”. Sí lo conseguimos será uno de esos días mágicos que recordaréis durante toda la vida».

El asunto es “La primera vez”.


Se montó, se lió, el barullo se escuchó en toda la aldea. Lin paciente, con la experiencia y sabiduría de los años, dejó que se «desfogasen». 
Vuelvo el refranero para dar fe, de lo que ocurría “Xente Xoven y ramalla verde, todo ye fumo”, Y así una vez pasado el conato de incendio, comenzaron la charla que Lin había propuesto.
―Bueno, empezamos o no?―dijo Lin cuando la intensidad del debate había bajado.
Con dudas, gestos que dejaban al descubierto dudas, resignación, timidez,... se fueron aposentando alrededor del carro que este caso servía de “trono” a Lin.

Una vez estaban acomodados, comenzó la charla de Lin. 

Empezó, como era un hábito adquirido desde el principio, dirigiéndose a «falcatrues» preguntándole que era para él la primera vez. El chaval reaccionó excelentemente―conociéndote, seguro que tiene alguna triquiñuela, así que no tengo ni idea―.contestó.
Lin, soltó una carcajada. Y con él, todos los chavales. Si quedaba algo de tensión por la presentación inicial, se esfumó.
Las primeras veces en nuestra vida son muy importantes, quedan grabadas para siempre y si son positivas, buscamos repetirlas pero, si son negativas pueden llegar a causar traumas que nos llevan a no querer o no poder intentarlas jamás.

Primeras veces


Cuando os digo primeras veces en plural, es que en todo lo que vamos haciendo en la vida, hay una primera vez. Y ese momento no lo olvidaremos jamás. Es más, decidiremos el futuro de nuestra existencia, en muchas ocasiones, en función de las sensaciones que experimentamos en esos momentos.



«Falcatrues»,nos contó cómo decidió,de momento, ser mecánico. Fue a ver la presentación del seat 600 y le gustó tanto, lo que vivió ese día, que el padre lo tuvo que llevar más veces.
A uno de los empleados de allí, le llamó la atención, y se ofreció a mostrarle los talleres, ventas, recambios, y todo lo que pudo, quedando enamorado de ello. Es más como sabéis,dentro de un mes acaba la escuela, y ya lo cogen de aprendiz en la Seat. Seguro que será un gran mecánico y le dará momentos de felicidad, porque trabajar en lo que te gusta es muy importante.

Este es un ejemplo muy sencillo de lo que significa una “primera vez”.

“primera vez del barullu”

Pero la “primera vez del barullu” poco o nada tiene que ver con estas cosas, que influyen en la vida, persona a persona, y en asuntos, que si bien importantes, no son trascendentales para el desarrollo como personas.
 Las primeras veces salpicadas de deseo y amor, son algo, casi, divino.
Saber manejar el infinito universo de sensaciones, emociones, sentimientos, deseos,..., es la tarea más difícil de los humanos. 
Primero porque no tenemos control sobre ellas. A una chica le gusta un chico. Si coinciden o no. Una parte ni se entera, y la otra sufre en silencio. Sí todo se queda en eso, pues el tiempo todo lo cura, aunque toda herida deja siempre cicatriz.
Sí en un momento los sentimientos confluyen, la relación de la pareja va dando pasos. Conociéndose más, creando un ambiente de confianza mutua. Disfrutando de sensaciones que nos hacen revolucionar hasta la última de las partes de nuestro cuerpo. Ilusionarnos con todo aquello que coincidimos.  Y por supuesto sufrir, sufrir con el miedo a que se rompa, sufrir con los celos, sufrir con  los escarceos lógicos de la edad. Esto es lo que nos ofrece nuestra condición humana.

Cimientos 

Pero, no puedo pasar por alto una serie de consideraciones fundamentales que se deben tener como dogmas de fe, en todos los órdenes de la vida, pero en la relación de pareja mucho más.
La pareja, (tanto chaval como chavala) deben basar su relación en unos cimientos de libertad, igualdad, respeto, identidad individual, compromiso y amor.
Y siempre con los logros y las responsabilidades compartidas. Todo esto es posible. Con amor, todo es posible. Pero ¡ojo! no pasable.
Y sí todos los pasos han ido progresando con armonía para los integrantes, ya habrán disfrutado de unas cuantas primeras veces, dando una intensidad extrema a las sensaciones y sentimientos.

Llega el momento

Y la presión a la que se enfrentan diariamente es el cómo y el cuándo será la gran primera vez. La que genera las mayores expectativas en la pareja. 

Al acto de tener una relación completa por primera vez, con penetración, se le llama perder la Virginidad. 
No es un drama pero tampoco es un mero trámite. La primera vez sí importa. El cómo, el cuándo y el con quién también. Se dicen muchas cosas que no son verdad sobre la primera vez, pero para que todo salga bien son necesarias la información, la seguridad en ti misma y complicidad de tu pareja.

Dolor

Al romper el himen durante la penetración puede sentirse un poco de dolor o leve punzada. Que haya bastante dolor e incluso la imposibilidad de penetración, puede deberse a que, al estar en tensión por el miedo o por los nervios, se contraen los músculos de la vagina.
Ahí empieza la demostración de tu pareja. Actuando con el sentido necesario, quitándose importancia al hecho, e incluso dejando la experiencia para otro momento. Eso sí, las manifestaciones de cariño deben ser muy intensas. Ella no se puede sentir mal. Es su gran primera vez.

Y estáis decidiendo ser compañeros de viaje. Largo o corto. El tiempo y las circunstancias de la vida lo marcaran. Pero en ese momento no le veis un final a vuestro amor.