jueves, 29 de junio de 2017

Brasil. El fiscal pide procesar por corrupción al presidente Temer

Brasil. El fiscal pide procesar por corrupción al presidente Temer

El proceso abierto por el fiscal Janot no equivale exactamente a una acusación, pero en la práctica coloca a Temer en una situación muy similar. 

Collor de Mello y Rousseff acabaron destituidos pero en su caso se trató de procesos políticos, no de una actuación de la justicia con una denuncia formal que imputa al presidente graves delitos.




 Las legislaciones en países que disfrutan de la etiqueta de democráticos, tienen que tener un filtro, con el fin que derechos inherentes a los conceptos de persona, planeta, fauna, flora, convivencia, educación, sanidad, ... en fin amor, estén presentes como obligaciones irrenunciables.
La autoridad represora de los políticos hay que erradicarla. No es tarea fácil. Pero si nos dejamos avasallar por las situaciones de dificultad para sobrevivir, esperando que repartan algo del pastel, estamos sumidos en una situación de esclavitud.

¿Denuncia sin efecto?

Según informa msn-español, la denuncia tiene que ser avalada por al menos dos tercios del Congreso y su aceptación dejaría al país sin presidente de forma temporal.
Las mayorías cualificadas están legisladas para la protección del poder. No al servicio de los ciudadanos.
En este caso con la cantidad  de personajes del parlamento brasileño con imputaciones diversas por corrupción, no van a apoyar la medida. Si no, tiempo al tiempo.

Todos los ratios del país han empeorado.

Temer ha conseguido empeorar las marcas de los dos mandatarios depuestos por la vía de la imputación. Ni Collor ni Rousseff habían llegado a cosechar un índice de popularidad tan raquítico como el del actual presidente, apenas el 7%, según una encuesta de la mayor empresa de sondeo del país, Datafolha, publicada el pasado domingo. Curiosamente  una de las razones que esgrimió Temer para el desbancado de Rousseff es que tenía solo un 13% de aprobación.

Temer, no se da por aludido

Temer afirmó en una ceremonia en el palacio presidencial de Planalto:
 "Nada nos destruirá. Ni a mi ni a nuestros ministros".
Ocho de esos ministros están también siendo investigados por corrupción. Los titulares de corrupción son continuos para el Gobierno. incluso con tintes entre inauditos y rocambolescos: La última, del Ejército del Aire, es que han interceptado un helicóptero con 500 kilos de cocaína el cual había despegado de una finca  del ministro de Agricultura, Blairo Maggi.

Vuelta a su dedicación mas efectiva

El presidente parece dispuesto ahora a dar la batalla en el terreno que mejor conoce, las intrigas, compra-venta de voluntades, utilización de información ilícita de los parlamentarios,...,  Temer, bregado por años de conspiraciones en los pasillos del Congreso, confía en impedir que dos tercios de los parlamentarios avalen la denuncia. 


Su mejor argumento será que la amenaza de los procesos judiciales por corrupción se cierne también sobre decenas de ellos y que lo mejor será una maniobra defensiva para evitar ser barridos del mapa político, cuando no acabar directamente en la cárcel.