La vara de medir. Unidad de medida y valoración del siglo XXI ?
Una circunstancia que no debemos pasar por alto y que se hizo popular en tiempos coloniales, era la medida para vender y la medida para comprar, así que no era extraño encontrarse con maliciosos cambios de medida. De ahí viene el dicho o refrán español “aplicar distinta vara de medir” cuando se trata de impartir justicia desigual en casos comparables.
¿ Cual es la medida más utilizada en el siglo XXI ? ¿ Hemos vuelto a la vara de medir ?
L a vara, fue una unidad de longitud utilizada en la península ibérica, tanto en España como en Portugal y por consiguiente en las zonas de influencia hispano-lusitana como lo es Iberoamérica y otras regiones de influencia colonial.
Equivalía a 3 pies. Cada región de acuerdo a sus necesidades o simple aislamiento tenía distintos valores para la vara: su longitud oscilaba entre 0,8359 m la vara de Alicante y los 0,768 m la de Teruel.
No obstante, la más empleada era la vara castellana o vara de Burgos, de 0,835905 m, tres veces el pie castellano de 0,278635 m.
Rigurosidad y aplicación
Una circunstancia que no debemos pasar por alto y que se hizo popular en tiempos coloniales, era la medida para vender y la medida para comprar, así que no era extraño encontrarse con maliciosos cambios de medida. De ahí viene el dicho o refrán español “aplicar distinta vara de medir” cuando se trata de impartir justicia desigual en casos comparables.
La vara de medir, bien en formato de palo, bastón o marca en una superficie, aún se sigue utilizando en el comercio tradicional de tejidos, cables, etc. Es más por romanticismo, que por otra cuestión, y su longitud es de un metro.
Empecé a escribir sin un camino establecido, pero con rumbo que no quiero perder.
¿ Cual es la medida más utilizada en el siglo XXI ?
¿ Hemos vuelto a la vara de medir ?
Dependiendo de la nacionalidad, religión, residencia, idioma, sexo, pertenencia a organizaciones,..., nos aplican diferente trato y nos conceden unos determinados derechos, precisamente aquellos que se auto-arrogaron ser jueces y parte del llamado orden mundial.
El hambre en el mundo, las desigualdades tremendas, el maltrato execrable y miserable con los emigrantes...
¿ Estamos ante el resurgimiento de la vara de medir, como unidad de medida ?
¿Y esta vez, por y para clasificar a las personas ?
Duterte, en una de sus baladronadas, que llevan causando la muerte a miles y miles de filipinos, manifestó a los medios de comunicación de medio mundo. “Voy a ser el Hitler de Filipinas”. Nadie dijo ni pío.
¿Acaso la humanidad se ha cansado de decidir su futuro, y está más cómoda y tranquila, como siervos que como personas ?.
Otra lectura no se me ocurre.
Vivimos un holocausto permanente, silencioso, con la práctica exterminación de pueblos indígenas en todo el planeta. Con una acumulación de recursos en una pequeña parte de la población mundial, sin sentido alguno.
Los últimos datos a los que accedí, el 10% de la población dispone del 80% de la riqueza. El 40% de los hombres mujeres y niños subsisten con una renta diaria inferior a un dólar.
Un recordatorio para los poseedores de poder.
Y se lo voy hacer en forma de bufonada. Viejo el chiste y desaparecido el protagonista.
Allá por el último cuarto del siglo pasado, se barruntaba, comentaba, se aseguraba, que el hombre más rico del mundo era Aristóteles Onassis. Pues al fallecer, e ir a pasar por el juicio supremo, le hicieron una serie de preguntas, relativas a su vida terrenal.
―¿Usted, es Onassis?―Preguntó San Pedro
―Sí, sí, lo soy―respondió
―Vamos a ver, ¿Onassis, el dueño, de medio mundo terrestre?
―Bueno, sí. Ese soy yo. Mejor dicho era yo.―confirmó el naviero
―Vale, vale, ordenó el Jefe que pasaras al Cielo.
Pero, te advierto, te va a parecer una mierda.
El chascarrillo en sí, tiene la gracia en otra dimensión. Pero, lo que quería transmitir a los montoneros de billetes actuales, que sí Aristóteles Onassis palmó, aquí palmamos todos. Es un hecho.
Evidencia
Y hay otro hecho tan cierto como la vida misma. El hombre humilde. pero valiente, intrépido, luchador, que muere tratando de salvar a su familia del hambre, de las pestes, intentando mejorarles la existencia, muere un ratito antes que vosotros. Pero feliz de hacer, lo que tenia que hacer.
Pero vosotros,―ja,ja,ja―, vosotros vais a morir berreando por lo que perdéis. Arriba los billetes son otros.
Lo que le dijo San Pedro a Onassis― pasa pero te parecerá una mierda―.