Deporte profesional, Educación y Cultura. Raro, raro, raro.
Los llamados deportes profesionales, hace tiempo que no debieran tener la denominación que ampara y propicia valores fundamentales en el desarrollo de las personas.
Hay muchas razones que me llevan a estimar este planteamiento. Es habitual que el Ministerio de Educación y Cultura, lo sea asimismo de Deportes. Y si lo que se dirimiera en la parcela deportiva tuviera que ver con el desarrollo y promoción de la actividad en centros escolares, pues, vaya, no seria lo ideal, pero pasable.
Una frase muy socorrida durante el régimen franquista, era aquella de que cuando se estaba cocinando alguna revuelta contra los abusos del poder, el mejor aliado del Gobierno y de las fuerzas anti-disturbios,era programar en la Caja tonta un partido de fútbol o una corrida de toros.
¿Notan alguna diferencia en la actualidad?
El fútbol, sigue, nadie lo duda. Los toros por los números también. Son las dos disciplinas «culturales» que mas recursos generan al estado.
Si a esto le añadimos la mediocridad programática y profesional de las televisiones,―sustituyeron al conde de montecristo, por las tertulias de montar el cristo―, me salen resultados muy parejos.
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Es hora de echar una pensada. Pragmática mas que dogmática. A ver como es y como sale el acuerdo nacional de educación. Pero se debe tener en cuenta el principio, que un pacto que debe propiciar los medios, y el proyecto, pero nunca con la pretensión de un fin.