martes, 23 de enero de 2018

Hasta cuando seguiremos aguantando.


Sí, vecinos, compatriotas españoles.

Hasta cuanto, y hasta cuando seguiremos aguantando.

Lo sufrido por millones de españoles en todo el territorio nacional, será recompensado por acción alguna. Solo una falta de prepotencia, una nota de respeto, Algo que nos pueda reconfortar, y asegurar que no siguen vendiendo la finca a pedazos. Vergonzoso. Siendo testigos de como por tapar la corrupción que acabó con los fondos de pensiones, incremento la deuda con ingeniería financiera, puesta al servicio de otros, que nos conducían a una nueva Guerra Civil, sin temblarles el pulso. El espectáculo fue dantesco, terrorífico y humillante, para los españoles.

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 El miedo estaba muy presente en nuestras escasas mesas navideñas


Solo empezó a aparecer cierta claridad, cuando S.M. Don Felipe VI, le puso las pilas al incalificable presidente de gobierno. Cuando ya en un estado de preocupación, le hizo comprometerse al Gobierno en boca de su Presidente, que no habría independencia en Cataluña.
No voy a entrar en sí las medidas adoptadas fueron las adecuadas o no. Ahora sí, lo que manifiesto es que las FSE merecen otro trato, otra distinción, otro respeto.
No he visto que ninguno de los miles de Guardias Civiles y Policías Nacionales, haya sido condecorado por ninguna servicio durante el conflicto. Pues sí ellos no son merecedores, joder, joder, joder, no lean las listas de condecoraciones, porque, manda mandanga.
Yo no se como alguien puede creerse en posesión divina de la razón, cuando todos los días un señor, desde el mayor altavoz europeo, le deja en ridículo, deja al aire su incapacidad, y no antepone argumentos, ante una situación de egoísmo personal.
Ha leído una encuesta y se lanza contra quien le permitió gobernar, y se acuesta en el regazo, del PSOE, no es no, recuerda- O su amenaza pitonisa de “con usted ya nunca debatiré más, no va a estar aquí”
El escenario que se pinta solo lo pueden resolver los catalanes, hasta hoy todos españoles.
Reflexionemos un poco. En la vida existen muchos parámetros para reconducir situaciones. Pero no se puede fracturar al pueblo en buenos y malos. Nadie tiene la autoridad moral, ética, familiar, para imponer nada a nadie. Y sí en tu equipo hay un manos largas, un autoritario, un arribista, alguien que falte al respeto, que es imprescindible para una convivencia en armonía, DENUNCIALO.
¿Que te vas para tu casa? Puede ser, pero volverás a ver la vida con una perspectiva real y sin comecocos.
Y las personas de valía tienen siempre cabida, donde les guste.