sábado, 13 de enero de 2018

"Batallas del abuelo" Una nueva vida, una nueva ilusión Venturin

Una nueva vida, una nueva ilusión

El difícil asunto, el de asumir el papel del abuelo.

Si bien seguiré siendo el afortunado narrador de las vivencias y conocimientos del abuelo Lin, todo lo vivido por mi generación del 600, año 1957 y aledaños, los grandes del futuro, nuestros nietos, merecen tener la versión ―no académica― de la historia.

Batallas del abuelo» 🅅 Una nueva vida, una nueva ilusión 

Que en definitiva no deja de ser la historia en su misma. La vivida, la sufrida, la disfrutada. Ana y Víctor tienen un tema muy a la par de este inicio y que en la voz de Ana Belén suena ‹‹Yo tambien naci en el 53».

Las consecuencias acaecidas, después de la II Guerra Mundial,  condicionaron de manera decisiva los acontecimientos de la segunda mitad del siglo XX.

En España, con una Dictadura Militar al manejo de los mandos, quedó fuera de los dos grandes bloques nacidos internacionalmente.
Eso supuso toda una serie de perjuicios inenarrables, donde el hambre, la paz, la justicia, coexistían con el efecto de la depuración, censura, maltrato, asesinatos....,del régimen militar.

"No es no"

El tan puesto en boga en estos últimos tiempos, «no es no», durante décadas, bien salia, quien ya no percibía el segundo de los no. Mejor así.
Nuestra convivencia, mejor dicho vivencias y punto, estuvieron sujetas a los designios del bedel o alguacil de turno, que ostentaba, con el porte de un miserable chaquetón, el grado de Comandante en plaza. Sálvese quien pueda de este tipo de gañanes. Su estrechez mental, lleva aparejado que su capacidad  es muy limitada. Con el bloc de notas del mando, las instrucciones de cargar y disparar su arma. Agotada la memoria del P. C.
Nuestra añagaza vital, se sustentó fundamentalmente, en un inagotable espíritu de lucha, de traspasar líneas de prohibición, y firmeza a la hora de estar juntos, cuando llegaban las represalias.

Talón de Aquiles

El poder tiene su gran enemigo en su casa, en su vida.Se siente el más grande. El más listo. Superior. Y se entrega a la vida fácil de adulaciones, vicios y otras maldades.
Un pueblo con convicción, con reflexión, compromiso y amor, termina recuperando su dignidad. Grandes personajes de la historia nos lo enseñaron, al menos durante más de 2000 años. Desde Jesús de Nazaret, Mahatma Gandhi, Martin Luther King, Lao Tsé, John Lennon, mantuvieron en sus enseñanzas: «el amor es el arma más poderosa que posee el pueblo para enfrentarse a los abusos del poder».

Llegaron los años 70. 

El régimen podrido, en corrupción, servidumbres, vicios,...,etc. Las acciones continuas, empiezan a tener frutos. Empieza el peligro de los estertores propios del moribundo. Fusilan, condenan a muerte, pero ya tienen interiorizada su derrota. El pueblo ejerce su libertad, es imparable. Tres años de durísimos enfrentamientos. Pero 1976 nació con Luz.

La Luz de la Libertad.

El desmontar una estructura superdotada de personal e instrumentos legales y militares, no es tarea sencilla. El miedo sigue presente en muchos hogares españoles. No existe un objetivo común claro. Comienzan a surgir discrepancias insalvables por el egoísmo personal de actores secundarios que no tienen un papel relevante en la obra.

Padres de la Constitución de 1978.

Con la celebración de las elecciones para la Legislatura Constituyente (1977-1979), Las Cortes Generales Acuerdan formar la Comisión Constituyente integrada por siete diputados, bautizados con el nombre de Padres de la Constitución.

Ya es hora de soñar. Lo dejamos por hoy. ¿Os parece? 
―Oye abuelo, si eran 350 diputados, ¿por qué eligieron a siete? 
Si empiezo con eso tenemos para otra charla. Pero en teoría fueron juristas de prestigio que fueron propuestos por los partidos políticos.